¿Cómo te sientes cuando haces una pregunta y te responden algo que no está relacionado? Digámoslo claramente, mal; sobre todo cuando estás en un pitch y como dijo aquél, uno de los participantes “ha venido a hablar de su libro”…

Necesitamos escuchar el doble de lo que hablamos. Dicen que es por eso que tenemos dos oídos y una boca. La escucha activa tiene un impacto directo en la efectividad de nuestro trabajo y en la calidad de nuestras relaciones interpersonales.

En el área de Desarrollo de Negocio, muchos profesionales se esfuerzan en desarrollar sus habilidades oratorias y de presentación, no enfatizando la habilidad de la escucha activa. Sin minusvalorar un buen speech, por supuesto, sin la escucha activa no lograremos comprender lo que nuestro interlocutor está pensando o sintiendo, empatía.

La escucha activa puede ser adquirida y desarrollada con práctica, pero para encontrar la excelencia, hacen falta tiempo y paciencia. La escucha es el componente fundamental de las habilidades de comunicación interpersonal y por ello debemos usar recursos verbales y no verbales para transmitir al contrario que estamos escuchando activamente.

Una sonrisa, un asentimiento, contacto visual o simetría postural, son elementos no verbales que agradan al interlocutor.

Resumir, parafrasear, memorizar tres key-points y luego usarlos en nuestro speech, son recursos de comunicación verbal para reforzar nuestra escucha activa.

Como dijo Dean Jackson “Listening is an art that requires attention over talent, spirit over ego, others over self

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