En marketing digital las buenas decisiones se toman en base a datos y en las redes sociales no podía ser de otra manera.
A pesar de su corta vida, las redes sociales ya han demostrado, con creces, su eficacia en la comunicación empresarial. A la interacción con los usuarios, la atención al cliente o su gran valor en el branding hay que sumarle el inmenso potencial de sus herramientas de marketing.
Con una audiencia masiva entorno al 80 % en toda América, casi un 70 % en Europa y más de 1.200 millones de usuarios activos, Facebook es la red social preferida, por las empresas para sus campañas de marketing en redes sociales.
El atractivo de ésta y otras redes sociales radica en las condiciones de uso, siendo obligatorio el registro por parte de los usuarios. Éste registro junto con los formularios de información adicional, facilita la hipersegmentación, posibilitando el acceso a la audiencia objetivo y por lo tanto mejorando notablemente el resultado de las campañas.
La cantidad de información constante que los usuarios comparten en las redes sociales, permite un minucioso conocimiento de éstos. Sus gustos, aficiones, estudios, profesiones, relaciones personales, preferencias musicales, etc. Son solo algunos ejemplos de los posibles atributos a la hora de definir las campañas.
Por otro lado, no hay que olvidar el comportamiento proactivo de los usuarios y la jerarquía de influencia. Un like a una fan page, un comentario o una opinión no solo aumentará la comunidad, sino que también el radio de impacto publicitario.
Otra gran ventaja de hacer marketing en redes sociales es el panel de estadísticas, pudiendo conocer a tiempo real el desarrollo de la campaña, lo que permite reajustar los criterios, en función de los objetivos.
En cuanto a la gestión de la inversión, es tan sencillo como decidir un presupuesto y el calendario. Un método seguro que garantiza la visibilidad, sin sorpresas desagradables.
