En digital se dice que “lo que no se puede medir, no existe”. No le falta razón a esta afirmación, si algo nos ha aportado Internet en el mundo de la publicidad y el marketing, es esa tangibilidad. Si no puedes cuantificar el impacto de una acción, esa acción pierde al instante todo su valor.

Los anunciantes ya no buscan notoriedad sin más, buscan impresiones relevantes, tráfico, conversiones y sobre todo, resultados.

Buscan rentabilizar cada céntimo invertido a través de acciones coherentes con su producto y su target. Acciones que, además, sean escalables y, en un momento dado, se puedan replicar en otros mercados buscando también replicar esa rentabilidad.

La base de todo esto, más allá de escoger los canales de adquisición adecuados, es la analítica web, el big data que está en boca de todos desde hace ya un tiempo. En nuestro ámbito, como en muchos otros, estos números sostienen tomas de decisiones sobre mercado, negocio, presupuestos, objetivos de crecimiento, objetivos de revenue, etc. Gracias a ella conocemos cuánto tráfico y conversiones hemos generado, que es lo que pasa dentro de nuestra web en cada visita o cuáles son las fuentes de tráfico más rentables.

A nosotros nos encanta medir todo lo que hacemos. La tecnología en este punto nos ayuda a monitorizar y optimizar campañas, gestionar mejor nuestro tiempo y dar un servicio de la máxima calidad. Trabajamos siempre para cumplir los objetivos de nuestros clientes, y esto no sería posible sin saber (en números) lo bien que lo estamos haciendo.

Pero tan importante como la recopilación y manejo de los datos, es la manera de mostrarlos. Un buen cuadro de mandos favorece e influye directamente en la toma de decisiones. Existen tantas métricas y cruces posibles que el hecho de mostrar la información adecuada es un trabajo en sí mismo. Nosotros en este punto, hemos preferido desarrollar nuestra propia tecnología, nuestro propio Dashboard. Si eres uno de nuestros anunciantes, puedes entrar ahora y ver cómo van las campañas 🙂

En definitiva, márcanos tus objetivos y nosotros nos ocuparemos de definir la estrategia, ejecutarla y alcanzarlos.

Midiendo, eso sí.

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Sin conexión emocional es imposible vender