Si hay algo en lo que se insiste dentro del marketing digital, es en la necesidad de medir. Cualquier acción habrá resultado nula si no se ha medido su impacto.
A diferencia del marketing off line, en marketing on line el presupuesto es algo vivo que puede modificarse de un día para otro. Esta es una de las razones por las que es necesario medir y valorar constantemente todo lo que sucede con la imagen de las empresas en Internet, con el fin de optimizar al máximo los recursos empleados. Por ejemplo, si se está haciendo SEO y alguna de las palabras no está dando el resultado esperado, puede redistribuirse el presupuesto y potenciarse con SEM.
Otras de las razones por las que es necesario medir es porque hay que conocer al usuario, no basta con definir un público objetivo y segmentar en las campañas PPC. El usuario es cada vez más exigente, cada vez conoce más el medio y actúa con rapidez, busca influencia, compara, opina (para bien y para mal) y compra. El usuario decide y su estado de ánimo es determinante.
Actualmente existen herramientas especificas destinadas a medir la emoción que despiertan los anuncios de video, pero con la analítica web se puede ir más lejos y conocer casi exactamente el animo de los usuarios, en base ciertas pistas que él mismo facilita una vez ha llegado al site:
- El tiempo de espera
- El filtro de precios
- Por dónde entra
- Las palabras con las que ha llegado
- Contexto en el que ha visto el anuncio
- La hora en la que ha entrado
- El día
- El tipo de acción
Estos datos no sólo ofrecen información acerca del tipo de usuario, sino acerca de sus sentimientos y emociones, por lo que permitirá el diseño de una estrategia efectiva y, gracias al conocimiento del usuario, tomar decisiones acertadas que conviertan los costes en inversión.
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