La página web de una empresa debe ser un activo, por lo que debe ser productiva y rentable y para ello hay que conocer todo lo que los usuarios hacen en ella, mediante la analítica web.
Para visualizar de qué se trata el análisis web se puede suponer que el site es un supermercado en el que hay diferentes productos, en diferentes lineales y en secciones bien diferenciadas. La técnica que se ocupa de la estratégica colocación de productos en supermercados se llama merchandising y es el fruto del estudio del comportamiento humano dentro de estas superficies. Es decir, que un producto de primera necesidad como el pan, esté al final del todo no es casualidad sino una acertada decisión, puesto que para llegar hasta él habrá que cruzar toda la superficie y por lo tanto el cliente estará expuesto a los atractivos reclamos de cientos de productos, provocando de éste modo que el pan, de un precio medio de 1, 50 € genere el beneficio de la adquisición de otros productos. Del mismo modo que, tampoco es casualidad, una vez hecha la compra esperando en la cola para pagar, se encuentren productos de compra por impulso, como son las golosinas.
Pues bien, si el merchandising se ocupa de optimizar y rentabilizar los lineales de los supermercados, la analítica web, como su propio nombre indica, lo hace en las páginas web. Es decir, que se trata de conseguir que el usuario encuentre lo que necesita, de la forma más fácil posible para él y que a su vez, esto suponga el beneficio esperado para la empresa. El usuario decide, pero hay que trazar un camino que se traduzca en una buena experiencia.
Ahora bien, qué sucede cuando una empresa no conoce lo que los usuarios hacen en su página web, pues continuando con el ejemplo del supermercado, lo que sucede es que los productos están colocados sin pensar en sus necesidades y no los encuentra, no los compra y no vuelve. Exactamente lo mismo que una web que no tiene en cuenta a sus usuarios, por lo tanto no es rentable y en términos empresariales si un activo no es productivo es un gasto.
